lunes, 30 de mayo de 2011

Jamie Woon- Mirrorwriting (2011)



Probablemente el mejor punto de comparación para hablar de Jamie Woon es su compatriota James Blake, del cual ya comentamos su disco debut en su momento. Jamie vendría siendo dub step para todos los públicos, a diferencia del trabajo más bien intimista y experimental de Blake. Se nota acá la ambición por querer llegar a una audiencia mucho más amplia pero sin por ello dejar de ser cool. Mirrorwriting es un disco con mucho más R&B y la interpretación de Jamie además añade el ingrediente de lo que ahora se llama Neo Soul, del que también es representante Adele. Con estos antecedentes este disco prometía ser una bomba, lo que en parte consigue pero con algunas tareas pendientes.

Lo bueno: La primera mitad de Mirrorwriting es una sucesión de potenciales hits sin descanso. Parte nada menos que con ese temazo llamado Night Air, que alguna vez comentamos aquí y que cuenta con la producción de su mentor, Burial. Las dos canciones que le siguen también son producidas por este y se nota. Street y Lady Luck son junto a Night Air de los temas más logrados del album. Lady Luck se me ha pegado por semanas y aún no me logra aburrir, quizás por esa vibra positiva y luminosa que emite. 


Luego viene el contrapunto con Shoulda, una canción mucho más introspectiva e incluso un poco triste (Well I walked when I shoulda run, And I ran when I shoulda walked, And don't I know it). Middle nos viene a levantar el ánimo y podría ser una perfecta declaración de principios sobre su estilo musical (aunque más bien habla de amor). Luego, otro hit llamado Spirits y Echoes nos vuelven a colocar en atmósferas más misteriosas sin dejar de ser interesantes. 


Spiral podría ser la balada ideal para cerrar el disco, sin embargo, este lamentablemente insiste continuar (siendo que hasta aquí hubiera sido casi perfecto). Hasta este punto no nos queda más que alabar la gran voz y calidad interpretativa de Jamie, que con una buena promoción hasta podría llegar a pegar acá en Chile.


Lo malo: Spiral viene a ser un punto de quiebre en el disco. Todo lo que sigue después, sin ser malo, se siente un poco repetitivo y no aporta demasiado al resultado sino todo lo contrario. TMRW es una canción que mejora con las escuchas pero no le hace el peso a los hits que ya nos tenía acostumbrados la primera parte del disco. Second Breath es un intermedio instrumental algo incomprensible previo a Gravity, una balada que mejora con el tiempo, pero que a ratos aburre un poco. Para terminar llega Waterfront, un tema no muy inspirado la verdad. Esta sensación de repetición se acrecenta porque el disco no habla de muchas cosas. Las temáticas aluden al amor, caminar, pensar, reflexionar, entonces al album le cuesta mantener la novedad a medida que avanza. Además, esa sensación de que musicalmente Jamie está "in the middle" del pop y lo indie,  entre emotivo y distante también le juega un poco en contra.


Veredicto: Aunque después de la canción 8 el disco decaiga, Mirrorwriting es una gran album debut. La verdad es que sería un poco aburrido (y poco conveniente para su futuro) que fuese un disco perfecto y es una opción válida que acá que muestre todas sus cartas y variedad de gustos musicales. Es un disco ideal para relajarse y caminar por la ciudad, lo que probablemente esté entre las intenciones de su autor. Tiene toda el alma que a ratos le falta a su compatriota James Blake y aunque la propuesta de este último suene más novedosa, al final del día me quedo con lo propuesta más liviana y pop de Mirrorwriting.

Lo puedes encontrar aquí.
80/100

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